Johannes se despertó en un callejón.
Le dolía todo el cuerpo. Esos matones le habían dado una buena
paliza, al llevarse la mano a la muñeca para mirar su contador de
créditos se dio cuenta de que estaba vacío. Ahora debería volver y
explicar lo sucedido y por que no tenia ni créditos ni drogas.
El camino de vuelta a la central fue
largo y doloroso. Por el camino de vuelta a un transporte tuvo que
parar varias veces a causa de sus heridas, sospechaba que tenía
algún hueso roto, los ojos hinchados no le dejaban ver bien el camino
lo que le hizo equivocarse varias veces de camino.
Cuando, pasadas unas muy largas horas,
llegó a la central, ni el lector de huella ni el escáner de retina
pudieron reconocerle a causa de las heridas. Por ello estuvo unos
cuantos minutos explicando al guardia de la entrada quien era y que
tenía que entrar. Por suerte uno de los científicos que habían
intervenido en su cambio físico pasó por la puerta y lo reconoció.
Al llegar a laboratorio, volvieron a
cambiarle de cuerpo. En su cuerpo normal, Johannes no tenia ni rastro
de las heridas y moratones que le habían causado.
-Bien – comenzó el jefe de
laboratorio- ¿Has conseguido alguna droga?
-Por desgracia... esas heridas son la
muestra de que no, el camello y sus matones me dieron una paliza y me
quitaron todos los créditos. Por suerte pude averiguar un poco sobre
las nuevas drogas y no parece que ninguna de ellas tenga que ver con
la desaparición de ninguno de los científicos-
-Para tu investigación igual no, pero
para nuestra labor esas drogas nos hubiesen venido perfectas,
investigar esos nuevos elementos. Ahora tendremos que mandar a
alguien más con menos prisa y más discreto a que consiga algunos
ejemplares.
Johannes volvió a su despacho a releer
los informes que había leido mas de mil veces a ver si se le había
vuelto a escapar algo. Al llegar, sobre su mesa estaba en la pantalla
las noticias del día y en primera plana, la desaparición de un
nuevo científico en las mismas circunstancias que los demás.
-Parece que empiezan a desaparecer
diariamente, quien quiera que sea tiene mucha prisa por que algo no
salga a la luz. Ahora tendré que entrevistarme con sus familiares a
ver si encuentro alguna coincidencia con alguno de los otros tres
desaparecidos – Pensaba Johannes cuando en su pantalla apareció
una nueva notificación con los datos forenses de la escena donde se
encontró el cuerpo. La misma sustancia que en las otras escenas,
pero esta vez en mayor cantidad.