Johannes se dispuso a salir para
entrevistarse con la familia del nuevo científico pero al abrir la
puerta se encontró al inspector jefe. Johannes retrocedió un par de
pasos para dejarle pasar.
-Supongo que ya te habrás enterado de
la nueva desaparición-
-Si señor- respondió Johannes con un
poco de prisa por salir- Me dirigía a hablar con la familia a ver si
podía averiguar algo en lo que no hubiese caído en los otros casos.
El inspector jefe le miró fijamente.
-Me he enterado de tu incursión por
las zonas bajas y la perdida de todos esos créditos. ¿Crees que
pued..-
-Tenia permiso oficial- interrumpió
-Por lo menos esa perdida te habrá
llevado a algo ¿no?
Johannes miró al suelo -Por desgracia
no, pensé que alguien podía haber drogado a los científicos con
algo nuevo que hayan traído esas cosas, pero no hay nada que se
ajuste a los síntomas de los días anteriores a la desaparición, sin
embargo esa sustancia... -
-En esta investigación esta en juego
el futuro del país,todos esos científicos trabajaban en algo muy
gordo-
-Lo sé señor, pero sin saber nada
sobre lo que trabajaban no puedo sacar nuevas pistas sobre quién
puede estar detrás.
El inspector jefe se dio la vuelta
hacia la puerta dispuesto a marcharse.
-Acaba con el trabajo cuanto antes, o
ponnos con una pista segura que podamos seguir.
El inspector salio por la puerta. Un
par de minutos después salio Johannes a entrevistarse con la
familia.
No descubrió nada nuevo, las mismas
circunstancias que las otras desapariciones, la única diferencia
estaba en el laboratorio.
Al llegar a su despacho pidió permiso
para sacar un poco de esas muestras del laboratorio y enseñárselas a
los aliens para ver si ellos podía identificarlas o tener algún
indicio sobre qué podrían ser. Como de costumbre, el permiso
tardaría un tiempo en llegarle así que volvió a su casa cansado
tras los acontecimientos pasados. No tenía secuelas físicas de la
paliza pero su cerebro se empeñaba en hacerle creer que le dolía
cuando él sabía perfectamente que no era posible.