El doctor estaba sobre mi,
abofeteándome suavemente la cara y llamándome. Abrí los ojos, el
doctor soltó un suspiro de alivio y me ayudó a incorporarme.
Al mirar a mi alrededor, estaba en una
jungla primordial, rodeado de plantas e insectos que no había visto
antes, el profesor sonrió satisfecho al ver mi reacción.
-Tranquilo – Me dijo – con los
viajes te acabas acostumbrando.
Caminé unos pasos intentando no pisar
nada por s acaso, por las teorías de los viajes temporales en las que
si cambias la mas mínima cosa en el pasado podrías alterar el futuro.
Observé que el profesor caminaba sin fijarse en nada, tocando
plantas. Un pequeño insecto se le acercó volando y, cuando se posó
en su hombro, lo aplasto con la mano contraria. El doctor sonrió al
escuchar mi grito de preocupación.
- Pero... pero... ¿ eso no cambiará
todo el futuro?, ese bicho podía ser portador de alguna enfermedad
que acabaría por....
-Esto es lo que quería que vieses
– me interrumpió el doctor, divertido por mi reacción- ¿ qué
crees que ha cambiado en nuestra época al matar a ese inofensivo
bicho?-
-¡Todo! - exclamé.
Estaba tan nervioso por el posible
cambio que me temblaban las piernas. No acababa de entender la
actuación del doctor, ¿es que no le importaban los posibles
cambios? O ¿ es que sabia algo que yo no?. Como siempre la respuesta
se haría esperar a que el doctor la considerase oportuna.
Caminamos largo rato explorando y
reconociendo la fauna, el doctor hizo algunas fotos a la fauna,
siempre con la precaución de estar lo suficientemente alejado y de
que no nos viese ningún depredador carnívoro.
Mientras, ante mi aterrorizada mirada
el doctor seguía sin tener cuidado con si pisaba algún animal
pequeño o rompía alguna hoja.
Cuando el profesor lo consideró, saco
el mando que había usado para ajustar la máquina y me dijo que me
agarrase fuerte.
Otra vez solo recuerdo haberme
desmayado y al profesor despertándome.