Cogito 10

Tras acabar la llamada, Johannes comenzó a recoger las cosas de su despacho para irse a casa. Mientras vaciaba los cajones de su mesa, alguien llamó a su puerta.

Johannes se demoró un poco en abrirla. Tras ésta se encontraba el inspector jefe que traía consigo una carpeta rebosante de papeles, lo cual no era muy habitual en la guardia ya que el ordenador central se encargaba de almacenar todo el papeleo.

-Johannes, siéntate- dijo el inspector jefe nada más se abrio la puerta.

Johannes no dijo nada, cerró el cajón que tenía abierto y se acomodó en su silla. El inspector jefe entró al despacho y se sentó en una de las sillas que se encontraban frente a la mesa de Johannes y dejó la carpeta encima de la mesa.

Johannes miró la carpeta con curiosidad mientras el inspector jefe revolvía los papeles de su interior buscando algo.

- Como ya sabrás – comenzó el inspector jefe- aquí todo se mueve por el ordenador central, pero hay cosas, ciertos asuntos, que siguen haciéndose a la antigua, no se usan ordenadores para los documentos, ni queda ningún registro de ellos, todos acaban en carpetas similares a las que estás viendo ahora mismo. El asunto de los alienígenas por ejemplo es uno de esos casos.

-¿Me van a dejar por fin interrogarlos?- preguntó impaciente Johannes-

-Interrogarlos de momento no, pero vas a tener acceso a algunas de estas carpetas.

El inspector encontró lo que buscaba, sacó una hoja y se la entregó a Johannes. En ella, un gran sello de La Guardia adornaba la esquina superior derecha y otro todo el centro de la hoja en un tono más claro. En la hoja se ascendía a Johannes para tener acceso a los niveles de registros, concretamente a los niveles más altos del tres, este incluido.

- En el nivel tres de seguridad es donde tenemos almacenados todo los datos médicos sobre los aliens, en otros niveles como el 4 o el 5 puedes encontrar datos sobre su forma de vida y su alimentación.

El inspector jefe se levantó de su silla y sacó un aparato con forma de gancho con un puncho en uno de sus extremos.

-Necesito implantarte el código de acceso a las salas, necesito que extiendas tu mano derecha.-

El inspector jefe colocó el aparato sobre la mano de Johannes con la punta mirando a la palma, al accionarlo el aparato se cerró clavando la punta, sin embargo, al retirarla Johannes pudo ver como la herida se cerraba de inmediato sin dejar cicatriz.

-Espero que no te haya dolido demasiado, ahora tienes acceso hasta el nivel 3.


Johannes seguía mirándose la mano, el inspector guardó el aparato, cogió la carpeta y salió por la puerta.