El doctor Solberg salía apresurado del
gigantesco edificio donde había estado durante horas.
-¿Como ha ido? - Le pregunte mientras
bajaba la escalinata de camino a su coche.
-Esos perros quieren quedarse con la
bola, no saben hacer otra cosa que apropiarse del trabajo ajeno y no
lo quieren usar en beneficio de la humanidad, sino para acabar sus
guerras.