Cogito 15

Johannes no entendía los rodeos del científico para contarle el descubrimiento. Éste le cogió del brazo y lo llevó hasta un microscopio.

-Siéntate y observa- le dijo.

Johannes se sentó y miró por la lente. Lo mismo que le había enseñado la otra vez, los mismos hilos. Levantó la mirada hacía el científico.

-Es lo mismo que vi la otra vez-

El científico le miró asintiendo.

-Vuelve a mirar- le dijo mientras cogía una jeringuilla

Johannes al mirar de nuevo, vio como la jeringuilla introducía algún líquido y los hilos comenzaban a aumentar su actividad, todos se agruparon y en cuestión de segundos hicieron desaparecer el líquido que el científico había inyectado.

Johannes miró al científico.

-Si esto es lo que hace desaparecer los cuerpos. ¿ es por qué los deja secos?.

-Si ocurriese eso – le respondió el científico – tendríamos los cuerpos, deshidratados. Lo que he inyectando en el portaobjetos era una mezcla de líquido cefalorraquídeo y unas cuantas neuronas. Creemos que estas cosas se alimentan de neuronas, pero aun no acabamos de comprender como.

-¿Pero como puede hacer esto que un cuerpo desaparezca sin más?-

-Aún estamos trabajando en eso. No estamos ni seguros de que esto haya estado en contacto con los desaparecidos ya que todos los que hemos estado en el caso, hemos estado en contacto con estas cosas y no todos hemos desaparecido.

-Debería ir a hacer un informe sobre este hallazgo y buscar alguna relación entre eso y las desapariciones.

Johannes se despidió del científico y volvió a la sala de descontaminación, se cambió y subió a su despacho. Allí comenzó a redactar el informe de lo que habían averiguado los científicos en su memoria del caso.

Al terminarlo y mandarlo, giró su silla hacia la ventana. Observando como la luz de las grandes esferas que iluminaban las calles iba sustituyendo a la luz natural. No acababa de comprender del todo el caso, con esta nueva posible pista, se complicaba el caso hasta un punto que no lograba comprender.