Cogito 4

Tras deambular un par de horas por las calles buscando algún sitio donde hacerse con las sustancias, lo cual le resultaba bastante difícil ya que la gente de esas zonas era muy desconfiada y no solía recibir mucha información, llegó a un edificio donde, tras mucho insistir, le habían dicho que se podían conseguir nuevos tipos de drogas.

Al acercarse al edificio, dos matones le impidieron el paso.

-A donde vas- le soltó el mas alto de ellos.

-Alguien me ha dicho que aquí puedo conseguir alguna de esas nuevas mierdas del espacio- respondió tranquilamente Johannes.

-¿Y vienes con?- dijo el segundo matón

-El que me dijo que podía venir aquí me dijo que podía venir solo sin problemas-

El más bajo de los dos entró al edificio y tras unos minutos le dejaron pasar.

Una vez dentro, se encontró con unas escaleras que llevaban a una sala bastante grande, donde un hombre trajeado le esperaba.

-Parece que vienes buscando algo nuevo-

-Quiero saber que traen esos extraterrestres para que pueda divertirme un poco-

-Pues puede que lo que tengo te divierta bastante, estos aliens son muy ocurrentes con sus drogas.
Primero, tenemos el rapiditatem, algunos lo llaman new speed o nuevo acelerador- Enseñando un frasquito de cristal con un liquido verde- Ya sea para divertirte o trabajar, esta preciosidad hace que seas el doble de rápido, pienses mas rápido... Por otro lado, tenemos la slo mo, algo muy apreciado entre las mafias, reduce tu percepción temporal, todo a tu alrededor es más lento. Las mafias lo usan para tirar a la gente de un edificio, para ese desgraciado, puede estar cayendo durante horas. Bueno, hay muchas más, echa un vistazo y pregúntame.

Johannes miro la cantidad de frascos con líquidos de colores, polvos, geles... pero no tenía ni idea de como era lo que estaba buscando.

-Busco algo que atonte varios días a quien lo consume y se pueda camuflar en la comida o dar en forma de humo.

El traficante se quedó pensativo, y tras ojear su catalogo respondió

-Por el momento no tenemos nada similar, si algo que te atonta unas horas, pero nada con lo que me pides.

Johannes se quedó decepcionado, había estado horas en esas calles para nada.

-Dame una dosis de cada, quiero probar todo eso nuevo.

El traficante se quedo sorprendido.

-No creo que puedas pagar tanto.

Johannes sacó su contador de créditos y se lo enseñó. El vendedor sorprendido se acercó a la mesa y tocó un botón que había en esta.


Inmediatamente los dos matones de la puerta aparecieron y agarraron a Johannes.