Cogito 5

Johannes se despertó en un callejón. Le dolía todo el cuerpo. Esos matones le habían dado una buena paliza, al llevarse la mano a la muñeca para mirar su contador de créditos se dio cuenta de que estaba vacío. Ahora debería volver y explicar lo sucedido y por que no tenia ni créditos ni drogas.

El camino de vuelta a la central fue largo y doloroso. Por el camino de vuelta a un transporte tuvo que parar varias veces a causa de sus heridas, sospechaba que tenía algún hueso roto, los ojos hinchados no le dejaban ver bien el camino lo que le hizo equivocarse varias veces de camino.

Cuando, pasadas unas muy largas horas, llegó a la central, ni el lector de huella ni el escáner de retina pudieron reconocerle a causa de las heridas. Por ello estuvo unos cuantos minutos explicando al guardia de la entrada quien era y que tenía que entrar. Por suerte uno de los científicos que habían intervenido en su cambio físico pasó por la puerta y lo reconoció.

Al llegar a laboratorio, volvieron a cambiarle de cuerpo. En su cuerpo normal, Johannes no tenia ni rastro de las heridas y moratones que le habían causado.

-Bien – comenzó el jefe de laboratorio- ¿Has conseguido alguna droga?

-Por desgracia... esas heridas son la muestra de que no, el camello y sus matones me dieron una paliza y me quitaron todos los créditos. Por suerte pude averiguar un poco sobre las nuevas drogas y no parece que ninguna de ellas tenga que ver con la desaparición de ninguno de los científicos-

-Para tu investigación igual no, pero para nuestra labor esas drogas nos hubiesen venido perfectas, investigar esos nuevos elementos. Ahora tendremos que mandar a alguien más con menos prisa y más discreto a que consiga algunos ejemplares.

Johannes volvió a su despacho a releer los informes que había leido mas de mil veces a ver si se le había vuelto a escapar algo. Al llegar, sobre su mesa estaba en la pantalla las noticias del día y en primera plana, la desaparición de un nuevo científico en las mismas circunstancias que los demás.


-Parece que empiezan a desaparecer diariamente, quien quiera que sea tiene mucha prisa por que algo no salga a la luz. Ahora tendré que entrevistarme con sus familiares a ver si encuentro alguna coincidencia con alguno de los otros tres desaparecidos – Pensaba Johannes cuando en su pantalla apareció una nueva notificación con los datos forenses de la escena donde se encontró el cuerpo. La misma sustancia que en las otras escenas, pero esta vez en mayor cantidad.